La hiperhidrosis afecta a cada persona de forma diferente, lo que significa que cada persona también deberá tratarla de forma distinta. Encontrar el tratamiento o la combinación de tratamientos adecuados suele requerir ensayo y error, lo cual suele ser un proceso largo y frustrante. Afortunadamente, existe un protocolo (un algoritmo de tratamiento) que puede ayudarte a elegir los tratamientos adecuados con mayor rapidez. Esta publicación te explicará cómo funciona este protocolo.
Tres niveles de tratamiento
La regla general al buscar tratamiento es la siguiente: comience con los tratamientos menos agresivos antes de probar otros más agresivos. Los tratamientos menos agresivos son los menos invasivos y conllevan el menor riesgo de efectos secundarios.
Esto no implica que los tratamientos más fuertes sean dolorosos, sino que requieren la supervisión y administración de un profesional médico cualificado. Dicho esto, existen tres niveles de tratamiento para la hiperhidrosis: tratamiento médico, tratamiento cosmético y tratamiento quirúrgico .
Tratamiento médico para la sudoración excesiva
El término "médico" en este contexto puede resultar confuso, ya que se podría decir que todo tratamiento para la hiperhidrosis es de naturaleza médica. Sin embargo, el término se refiere a tratamientos que implican intervenciones farmacológicas con receta, ya sean orales o tópicas.
Los tratamientos con receta suelen ser la primera opción para quienes sufren de hiperhidrosis. Están disponibles siempre que sean recetados por un médico y pueden ajustarse o reducirse gradualmente según sea necesario.
Además, los tratamientos medicinales para la hiperhidrosis son eficaces para los cuatro tipos de la afección: auxiliar, plantar, palmar y craneofacial.
Para muchos pacientes, el uso de un antitranspirante, un anticolinérgico o una combinación de ambos es suficiente para controlar la sudoración. Para otros, estos tratamientos no son suficientes. Cuando estas recetas no surten efecto, el médico los derivará a un segundo nivel de tratamiento.
Tratamientos cosméticos para el exceso de sudoración
Una vez más, el uso de la palabra "cosmético" como término para el tratamiento de la hiperhidrosis podría ser un tanto inapropiado. Sin embargo, simplemente se refiere a tratamientos tópicos más invasivos que suelen emplearse en procedimientos de belleza y antienvejecimiento.
Estos procedimientos a veces se recomiendan como primera línea de ataque contra la hiperhidrosis, dependiendo de la gravedad del caso. Sin embargo, requieren supervisión médica, aunque sus efectos secundarios suelen ser leves.
Los tratamientos cosméticos para la hiperhidrosis pueden producir una mejora casi inmediata o rápida de los síntomas de la hiperhidrosis.
Los tratamientos cosméticos como el bótox y la iontoforesis requieren la intervención de profesionales médicos. Sin embargo, son seguros en el ámbito clínico y pueden resolver algunos de los casos más graves de hiperhidrosis.
Quirúrgico
Para los casos más graves de hiperhidrosis, la cirugía puede ser la mejor opción. Es la tercera línea de tratamiento. Por supuesto, los tratamientos quirúrgicos conllevan un mayor riesgo que los no quirúrgicos. Sin embargo, la tasa de éxito de los procedimientos quirúrgicos para la hiperhidrosis es alta y el tiempo de recuperación suele ser rápido.
Nuevamente, la cirugía de hiperhidrosis se reserva mejor para los casos más graves. Esto incluye aquellos que no se han resuelto con tratamientos más leves o casos tan graves que sería lógico recurrir al quirófano.
Dónde entran en juego los tejidos resistentes al sudor
Hasta ahora nos hemos centrado en las intervenciones médicas para tratar la hiperhidrosis. Pero también existen soluciones prácticas y confiables que no requieren receta médica ni consulta. Los cambios en la dieta pueden ayudar, así como la eliminación de ciertos desencadenantes, como el alcohol, la cafeína o la nicotina, que inducen la sudoración excesiva.
Uno de los trucos más prácticos para la hiperhidrosis es usar telas resistentes al sudor. La ropa para la sudoración excesiva contiene materiales que absorben la humedad y te mantendrán seco y cómodo. La ventaja de las telas resistentes al sudor es que no tienen efectos secundarios y son completamente no invasivas.
Puede que no reemplacen ninguno de los tres tipos de tratamientos mencionados, pero sin duda pueden brindarle un alivio inmediato. Una camisa impermeable también puede reducir la apariencia de las manchas de sudor. Esto mejorará enormemente su confianza y autoestima, especialmente en entornos profesionales y sociales.
La única salvedad es que la camisa resistente al sudor solo abordará la hiperhidrosis axilar, no las otras tres variantes.
Abordar la hiperhidrosis desde cero
La hiperhidrosis es una afección incómoda que puede hacerte sentir perdido, frustrado y desesperanzado. Pero existen muchas opciones de tratamiento disponibles y solo es cuestión de encontrar las adecuadas para ayudarte a controlar los síntomas.
El protocolo de tratamiento mencionado anteriormente puede servirte como punto de partida. Empieza con tratamientos medicinales sencillos y aumenta la dosis gradualmente si es necesario. Asegúrate también de reforzar la eficacia de tu tratamiento mejorando tu dieta y tus niveles de estrés, y busca una solución práctica, como telas resistentes al sudor.
Puede que aún haya ocasiones en las que no puedas controlar la sudoración como te gustaría y necesites trucos específicos para compensarla. Abordaremos algunos de estos trucos en una publicación sobre trucos para la hiperhidrosis que puedes usar en el trabajo.