Saber la gravedad de la hiperhidrosis puede ser complicado, ya que la percepción del sudor puede no reflejar lo que otros ven o sienten. Para algunos, es obvio que padecen un caso grave. Por otro lado, otros podrían desconocer los efectos adversos de su condición. Esta publicación analizará brevemente cómo quienes la padecen pueden determinar si necesitan asistencia médica y un cambio en su estilo de vida para mantener su condición bajo control.
¿Cuánto tiempo pasas intentando ocultar el sudor?
El sello distintivo de una afección bajo control es saber que dedicas el mínimo tiempo y esfuerzo a controlarla. Esto también aplica a la hiperhidrosis. Si ocultar el sudor o mantenerse seco ya no consume tanto tiempo y energía como antes, probablemente estés empezando a tener más control sobre ella. Si empiezas a sentirte más seguro en entornos sociales y profesionales, es una señal importante de que estás logrando controlar tu hiperhidrosis. Esta es una señal clave, ya que el aspecto psicológico de la afección tiene mayor impacto que sus manifestaciones físicas.
Por supuesto, lo contrario también es cierto. Si pasas mucho tiempo cambiándote de ropa, limpiándote partes del cuerpo sudorosas o buscando maneras de esconderte, tu sudoración NO está bajo control. En el peor de los casos, podría estar empeorando.
¿Cuánto afecta el sudor a tu rutina diaria?
Este punto está estrechamente relacionado con el anterior. Cuanto más sudes, más tiempo perderás de tu rutina diaria. Y esto ocurre de dos maneras: 1) Dedicas demasiado tiempo a intentar ocultar el sudor y mantenerte seco, 2) El sudor en sí mismo dificulta tu trabajo. Desafortunadamente, la sudoración excesiva suele afectar tu rutina de ambas maneras.
Abordemos el primero. Antes del cierre de oficinas y espacios de trabajo por la pandemia de COVID-19, los empleados con hiperhidrosis vivían en una pesadilla constante. Si te identificas, probablemente recuerdes las frecuentes idas al baño para controlar las manchas en las axilas o tener que idear estrategias para evitar los apretones de manos. Dedicar tanto tiempo y energía a sudar puede robarle una cantidad significativa de tiempo al trabajo, por imperceptible que parezca.
La sudoración excesiva también afecta la productividad, dificultando la realización de tareas físicas. Por ejemplo:
- Los trabajos de conducción pueden ser muy distractores si el volante está empapado debido al sudor de las palmas.
- Usar un teclado o mouse puede resultar incómodo si están empapados de sudor.
- Agarrar un bolígrafo o lápiz con las manos sudorosas puede ralentizar el proceso de escritura.
Por supuesto, la sudoración también puede afectar la productividad laboral de muchas otras maneras. Si la sudoración dificulta la concentración o la manipulación de objetos o herramientas, también disminuirá la productividad.
Y esto nos lleva a una consideración clave: si pasas demasiado tiempo en el trabajo intentando mantenerte seco, tu sudoración no está bajo control. Además, si físicamente no puedes usar ciertos objetos y herramientas correctamente, lo que inevitablemente te ralentizará en el trabajo, entonces tu sudoración no está bajo control.
De nuevo, ocurre lo contrario. Si logras superar la jornada laboral sin preocuparte demasiado por el sudor ni por cómo te frena, es probable que tu hiperhidrosis esté relativamente bajo control.
¿Cuánto comentan o notan los demás tu sudoración?
Las personas que sufren de hiperhidrosis suelen descubrir su condición en la infancia, una realidad que quizás hayas experimentado. Desafortunadamente, el descubrimiento se produce al ser objeto de burlas, ridiculizaciones o acoso por parte de otros niños. Claro que algunas personas no notan la sudoración excesiva hasta que son mayores.
Pero también podrían oír a alguien decir algo como "Estás sudando mucho" o insinuarlo al preguntar "¿Hace demasiado calor aquí?". Dicho esto, un observador casual o incluso una cara conocida podría no decirte mucho abiertamente, ya que puede resultar incómodo. Sin embargo, si surge en una conversación, aunque sea indirectamente, podría ser una señal de que tu sudoración es inusualmente intensa y necesita un mejor control.
Por supuesto, los comportamientos y las acciones hablan más que las palabras. Si las personas que te conocen parecen algo reticentes a estrecharte la mano, es señal de que tu hiperhidrosis necesita un mejor cuidado. Si tus compañeros de trabajo o amigos suelen mirar con recelo una parte del cuerpo que te suda, también podría ser señal de que tu hiperhidrosis necesita un tratamiento más eficaz. Por supuesto, si interactúas con los demás de forma despreocupada, es señal de que la sudoración excesiva no es un problema para ti ni para quienes te rodean.
Si cree que suda mucho, consulte a un médico
Si cree (o incluso intuye) que suda demasiado, debería visitar a su médico lo antes posible. Él podrá ayudarle a determinar si necesita tratamiento y qué tipo de tratamiento podría ser adecuado para usted. Esto le dará una sensación de tranquilidad ante la incertidumbre de si suda demasiado o no y la esperanza de que el alivio sea posible.
Con el tiempo, el tratamiento adecuado o la combinación de tratamientos pueden ayudarte a controlar la sudoración. Mientras tanto, puedes confiar en soluciones prácticas como nuestra línea de camisetas antisudor para disimular la apariencia y la sensación del sudor.
Y no dudes en hacer cambios en tu estilo de vida, incluyendo tu dieta, ejercicio y estrés, para reducir la sudoración. Con el tiempo, tendrás la confianza de que tu sudoración está bajo control, en lugar de tener que preocuparte por ella.
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